Palabras del Director

Como encargado de regentar esta casa de estudios, me dirijo a todos los que aquí colaboran para desearles un feliz año escolar.  Que el espíritu de sentirnos parte de esta empresa educativa nos haga crecer en compañerismo, espiritualidad, solidaridad y amistad.

De manera más explícita me dirijo a ustedes docentes y estudiantes como protagonistas más directos del caminar educativo en estas aulas agustinianas, deseando que esta utopía del educador y del estudiante del colegio San Agustín se viva en la tensión de ser siempre realidad.

Apreciados Docentes:  Recordarles siempre que son compañeros de camino, como el Maestro de Nazareth, por ello no pueden ser indiferentes a la historia de cada uno de sus acompañados, sino que cada uno es único que demanda de la sabiduría del corazón.  El acompañamiento demanda una actitud empática que se abre al diálogo y comunica vida y esperanza e implica respeto, sencillez y un manejo adecuado de los límites de distancia y proximidad, de confidencialidad y generosidad que hacen del encuentro un camino de sabiduría, porque se descubre que la educación más que transmitir es enseñar, más que exigir es ofrecer una senda de humanización continua.

De acuerdo al pensamiento agustiniano, en el hombre interior habita la verdad, por ello muchas veces hay que cerrar los ojos para ver dentro y desde dentro, y saber que ser docente no es sólo dar clases, sino ordenar las cosas, barrer el aula, intuir los anhelos de sus estudiantes y enseñarles desde el silencio que no hay respuesta para todo,  ya que hay un Maestro interior que habla desde el corazón y llama a la sinceridad, la honestidad y que siempre mantiene viva la llama que emprende la  búsqueda de la verdad.

Apreciados Estudiantes: El alumno agustiniano ama la verdad y por ello la busca desde la inquietud y la libertad responsable.  Humilde y receptivo pero dialogante y participativo, comienza su camino de el conocimiento de sí mismo para dirigir su vida con sentido de trascendente. Una libertad responsable se da cuando se busca con juicio crítico. Porque no es más libre quien tiene más oportunidades de elegir, sino el que tiene más criterio para seleccionar mejor.

Que la Madre del Buen Consejo nos acompañe siempre en todas nuestras decisiones del año.