Misión y Visión

El Colegio San Agustín es una comunidad educativa, creyente y agustiniana: Educa en los agustinianos de LA VERDAD, EL AMOR, LA AMISTAD, LA LIBERTAD Y LA COMUNIDAD.

Promoviendo:

1. La autonomía, como la confianza en sí mismo y en los demás.
2. La inteligencia, aprendiendo a aprender.
3. La afectividad, como gratitud en amar y ser amado.
4. La moralidad, como coherencia y exigencia en uno mismo.
5. La sociabilidad, como solidaridad y colaboración.

Según el modelo de Cristo, el hombre para los demás y con los demás responde a la voluntad de las familias que:

• Eligen libremente este Centro Educativo por su ideario.
• Aceptan implícitamente (con coherencia) las actividades educativas complementarias que el centro organiza para alcanzar mejor sus objetivos en el aspecto físico, intelectual, moral, social y religioso.

Muestran su conformidad con la normativa del Centro, reflejada en su reglamento interno y en su proyecto educativo, en orden a lograr una convivencia en armonía y respeto.

1. El pleno desarrollo de la personalidad del alumno, según el ideal del hombre agustiniano.
2. La formación y el respeto de los derechos y libertades fundamentales y en el ejercicio de la tolerancia y la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia y de la vivencia auténtica del evangelio.
3. La adquisición de hábitos y técnicas de trabajo y de conductas morales, así como de conocimientos científicos, técnicos, humanísticos, históricos, éticos, estéticos y religiosos.
4. La capacitación para seguir la vocación personal y para el ejercicio de actividades profesionales.
5. La preparación para participar activamente en la vida social y cultural y en la misión de la iglesia.
6. La formación para el respeto a la naturaleza para el sentimiento de la fraternidad universal, manifestada en la amistad con cada uno, para la adoración de Dios presente en la intimidad de las personas en la historia de la salvación y en la eucaristía para la paz, la cooperación y la solidaridad entre los pueblos.

1. La formación personalizada, que es una educación integral en conocimientos, destrezas y valores morales y religiosos de los alumnos en todos los ámbitos de la vida personal, familiar, social y profesional.
2. La participación y colaboración de los padres y acudientes primeros y principales responsables de la educación para contribuir a la mejor consecución de los objetivos educativos.
3. La efectiva igualdad de derechos entre los sexos, el rechazo a todo tipo de discriminación y el respeto a todas la culturas y religiones.
4. El desarrollo de las capacidades creativas y del espíritu crítico en armonía con la fe cristiana.
5. El fomento de los hábitos de comportamiento democrático y evangélico, capaces de construir la comunidad humana sobre la roca que es Cristo y con el vínculo de la caridad.
6. La autonomía pedagógica entre los centros dentro de los límites establecidos por las leyes y orientaciones de la Iglesia, así como la actividad investigadora de los profesores a partir de su práctica docente.
7. La atención psicopedagógica y orientación educativa y profesional y la promoción de vocaciones carismáticas con el espíritu de gratitud y servicio a la comunidad.
8. La metodología activa que asegure la participación del alumnado en los procesos de enseñanza y aprendizaje desde la integridad personal, donde se detecta la verdad, escuchando la voz del maestro común interior y la evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizaje de los centros docentes y de los diversos elementos del sistema y del ideario.
9. La relación con el entorno social económico y cultural con la comunidad parroquial.
10. La formación en el respeto y defensa del medio ambiente, de la naturaleza como obra, imagen y huella de Dios y como bien común de la humanidad.

1. Conseguir de nuestros alumnos un deseo de superación, insatisfacción con lo que son para llegar a lo aspiran. “No basta con hacer cosas buenas hay que hacerlas bien”. (In PS.118,12,2).
2. Lograr que nuestros alumnos sean reflexivos, como prevención para el comportamiento y pautas masivas favoreciendo su interiorización. “Por la apetencia de las cosas externas el hombre se vuelve el huésped de su propia casa”. (In Ps.57,1).
3. Hacer de nuestros alumnos personas sencillas, no imbuidas del tener o poseer sino de ser. “Recibamos de buen agrado las cosas pequeñas y seremos grandes. (Serm. 117,10,17)
4. Preparar a nuestros alumnos para ser personas libres y responsables sin tratar de buscar excusas y justificaciones para evitar las consecuencias de sus actos. “La libertad no consiste en hacer lo que debemos hacer porque nos da la gana”. (Serm.344,4).
5. Conseguir que nuestros alumnos sean humanos y tolerantes aceptando a los demás como son, perdonando sus defectos y ensalzando sus cualidades. “Hombre soy. Entre los hombres vivo y nada de lo humano me es ajeno”. (epist.78, 8).
6. Lograr que nuestros alumnos sean abiertos y dialogantes, haciéndoles sentir necesidad de los demás, huyendo de las autosuficiencias. “Necesitamos de los demás para ser nosotros mismos”. (In Ps.125,13).
7. Conseguir que nuestros alumnos sean personas equilibradas evitando integrismo exigiendo a los demás lo que creen justo exigirles a ellos. “Porque es mejor necesitar poco que tener mucho”. (regla 3,18).
8. Conseguir de los alumnos que valoren la alegría y la amistad como bandera de relaciones humanas. “La tristeza ensombrece el ambiente y marchita al frescor de las palabras” (De Cat. Rud. 10,14).
9. Lograr que nuestros alumnos sean sinceros consigo mismos y con los demás, dando coherencia a sus palabras y las obras. (Serm 88, 12).
10. Conseguir que nuestros alumnos sean personas trascendentes, a partir de su autonomía y no del proselitismo: “Dame, Señor, lo que pido y pídeme lo que quieras”.